Desde el pasado 10 de febrero el uso de la mascarilla ha dejado de ser obligatorio en espacios exteriores y, aunque todavía no ha dado una fecha exacta, los datos favorables de la pandemia parecen indicar que en no demasiado tiempo podrá dejar de llevarse incluso en lugares cerrados.
Si bien es cierto que la mascarilla, junto con la distancia de seguridad, ha sido una medida que ha logrado rebajar los contagios originados por Covid, su uso prolongado parece haber generado un incremento significativo de los dolores de cabeza, de mandíbula y cervicales en muchas personas.
La causa de estas dolencias podría encontrarse en que muchos de nosotros al usar mascarilla acostumbramos a respirar de forma oral en lugar de nasal. Este hecho ocasiona que ocasiona que bajemos y retraigamos la lengua para dejar sitio para que pase el aire, lo que a su vez origina que la posición de nuestras vértebras cervicales se rectifique. Además, debido a que la mascarilla nos reduce el ángulo de visión inferior, realizamos una hiperflexión de cuello, sobrecargando así su musculatura posterior y la de la cabeza. De este modo es muy fácil que se inicie un dolor cervical y/o de cabeza que afecte incluso a la mandíbula.
¿Cómo podemos prevenir estos dolores?
Para evitar estas sobrecargas musculares y corregir las posturas que pueden provocar dolores y malestar, es aconsejable seguir una serie de pautas siempre que usemos mascarilla por periodos más o menos prolongados:
- Colocarnos la mascarilla correctamente, siempre utilizarla de nuestra talla y que tenga ajustable en la nariz. Nunca debe estar excesivamente apretada, debe dejarnos mover la boca sin notar presión.
- No usar la misma mascarilla más tiempo que el especificado por el fabricante. De lo contrario estaremos favoreciendo un ambiente nocivo que nos enrarezca el aire que respiramos.
- Realizar una respiración consciente, tomando aire por la nariz, llevándolo a la parrilla costal y expulsándolo por la boca, reduciendo así la tensión cervical y mandibular.
- Efectuar unos sencillos ejercicios para destensar la zona cuando nos quitemos la mascarilla. Algunos ejemplos son: masajearte la región de los pómulos para relajar la musculatura de la boca y estiramientos de cuello, llevando la oreja hacia el hombro del mismo lado; estiramiento de la cara anterior del cuello, inclinando la cabeza lateralmente y elevando el mentón al techo, de forma suave, lenta y progresiva.
¿Y si ya sufro estos dolores?
Si te sientes identificado con alguno de estos síntomas, no lo dejes pasar. Podrían agravarse e intensificarse y producir más dolor, malestar o incluso convertirse en incapacitantes. En Alba Bar Centro de Fisioterapia & Osteopatía podemos ayudarte. Te ofrecemos un gran abanico de posibilidades para librarte de cefaleas, dolores de mandíbula y cervicales. Todos nuestros tratamientos son personalizados y cuentan con un trato cercano y profesional.
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